Elon Musk quiere construir vehículos eléctricos en México, la única pregunta es dónde. A partir del otoño de 2022, Musk visitó varios lugares, lo que generó especulaciones sobre una nueva gigafábrica en América del Norte justo al sur de la frontera con los EE. UU. Hasta la fecha, las discusiones se han centrado en un puñado de lugares.
Uno de los primeros contendientes fue el estado norteño de Nuevo León, donde surgieron como opciones los municipios de Apodaca y Pesquería. La proximidad de Santa Catarina a la sede mundial de Tesla en Austin, Texas (unas 230 millas los separan) también ofrece sólidas ventajas logísticas. Conversaciones más recientes han identificado un área en las afueras de la Ciudad de México como otra ubicación potencial.
Tres fuerzas (costos, créditos fiscales y competencia) envían a Tesla a México. Primero, los fabricantes de automóviles de EE. UU. (y sus contrapartes en otros países) miran cada vez más al sur de la frontera como una forma de controlar los costos, y Musk se ha comprometido públicamente a reducir los costos de Tesla. En segundo lugar, la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) permite que los autos eléctricos fabricados en México califiquen para los créditos fiscales de EE. UU., siempre que se cumplan ciertos requisitos de contenido de la batería.
Sin embargo, es realmente la competencia lo que fuerza la mano de Tesla. Los otros grandes gigantes automotrices —Ford, Toyota, BMW, Volkswagen, Nissan— ya operan plantas en México. Pero para Tesla, los participantes más nuevos en la fabricación de automóviles mexicana representan la mayor amenaza.
En noviembre pasado, el fabricante chino de vehículos eléctricos BYD, el principal competidor mundial de Tesla, anunció que se instalaría en México. BYD indicó que tenía la intención de producir 10,000 vehículos en 2023, y se espera un crecimiento adicional en 2024. Aunque ninguno de estos vehículos está destinado a llegar al mercado estadounidense, la presencia del fabricante de automóviles chino en México le permite establecer una presencia en América del Norte.
Cuando Tesla se decida por una ubicación de fabricación en México, inicialmente se centrará en producir piezas de vehículos, antes de pasar a determinar si tiene sentido producir versiones más económicas de sus autos eléctricos. Una vez que comience la producción de estos vehículos, la mayor parte se exportará (alrededor de 87% de todos los vehículos ligeros fabricados en México se exportan, según AMIA).
Todos los cambios entre los fabricantes de automóviles globales que trabajan en México impactan a los miles de proveedores que los respaldan. Borderland Partners continuará rastreando las actividades de estas mega fábricas y compartirá con nuestros clientes los desarrollos que brindan la mayor cantidad de oportunidades.